Los equipos altamente adaptativos han logrado integrar los 6 estadios evolutivos que nos constituyen como humanidad. En el nuevo mundo que estamos viviendo la adaptabilidad, o capacidad de ajustar estrategias, prácticas, competencias y, en lo profundo, culturas y sistemas de valores, no solo es un deseable, sino que un imperativo para poder sobrevivir.
Se ha criticado la ausencia de reglas previas para el funcionamiento de la Convención, pero, siguiendo a Maturana, muchas moléculas en un cierto ambiente predefinido por sus reglas no cumplen necesariamente con las condiciones necesarias para que surjan las células (materia viva).
El emprendimiento procura la superación de la dificultad en la búsqueda de un objetivo que obedece a un propósito. Si el objetivo estuviera a la mano, no habría dificultad. Sin dificultad no habría emprendimiento. Sin emprendimiento no habría desarrollo ni bienestar.
Ya no basta con señalar que “el cambio es permanente”, hay que incorporar esta declaración como una nueva forma de habitar el mundo y construir organizaciones. Ya llevamos más de un año con una pandemia encima. Hoy la conciencia acerca de lo inevitable y permanente del cambio ya está instalada a nivel organizacional.
Dado el contexto de pandemia, durante el 2020 gran parte de las organizaciones se enfocó en gestionar la crisis, asegurar la continuidad operacional y navegar en la incertidumbre, postergando planificaciones estratégicas hasta que se calmara la tormenta. Era lo que había que hacer.
En la emergente era de la cognición, las claves son la mente creativa de los humanos, los sistemas de redes de comunicación y geolocalización, y el efecto red de los usuarios de plataformas que se retroalimentan.