Anticipar

Una frase que hemos escuchado recurrentemente en el último tiempo es “no la vimos venir”. Esto frente a diversas cosas, el estallido social, el cambio climático, el covid, etc.

Si lo llevamos al mundo del management, y al rol de los managers y equipos en la organización, no verla venir (en el dominio que sea) muestra una zona gigante de aprendizaje e incluso, en ciertos casos, podría develar una incompetencia mayor en las formas de abordar la gestión.

En el contexto organizacional, no verla venir, implica que aquellos supuestos sobre los cuales he estructurado mi estrategia y planificación no estuvieron acertados, fueron errados o fueron insuficientes. Ya lo decía el Dr. Humberto Maturana “el dominio de la planificación es más restringido que el dominio de la vida”.

Podemos darnos una explicación que nos reste poder, como que estamos en contextos VUCA o BANI, pero esa explicación sólo nos llevará a que en otras circunstancias, dado que “el contexto es tan incierto” muy probablemente aparezcan nuevos fenómenos que no seremos capaces de vislumbrar.

Esto tiene una raíz profunda en el aprendizaje, hemos sostenido y seguimos sosteniendo aquellas prácticas que nos han funcionado en ciertos contextos y las vamos repitiendo como si fuera una fórmula a aplicar en cada oportunidad, pero bien sabemos que si el contexto cambia, son las especies que mejor se adaptan aquellas que prevalecerán. En las organizaciones serán aquellas capaces de aprender de lo vivido y de capitalizar ese aprendizaje para ampliar el repertorio de modos de abordaje para los desafíos que toca enfrentar.

La anticipación del futuro y las estrategias de diseño de futuro tienen mucho de eso en el trasfondo. Se hacen las preguntas ¿cuál es el futuro emergente?, ¿qué señales de cambio debemos tener a la vista para poder anticipar un posible cambio en los contextos?, ¿cómo podemos ahora en el presente comenzar a facilitar que ese futuro deseado (entre muchos futuros posibles no lineales) para que seamos actores que vayamos construyendo ese futuro?

Una gran pista está en nuestra capacidad adaptativa, aprender a responder con efectividad y agilidad a los movimientos del entorno, sabiendo que este es dinámico y estará, si o si, cambiando permanentemente. Eso nos permitirá modificar el rumbo que llevamos en pos de una mejor respuesta al entorno. Y esto tiene que estar acompañado de una nueva capacidad de escucha, que es capaz de visualizar más allá de sus creencias y dogmas y puede escuchar aquellas pistas que estaban en el sistema y que podría haberlas escuchado con atención para diseñar estrategias en las cuales ocupemos esa capacidad anticipatoria como una ventaja competitiva.

En estricto, si nos detenemos y lo pensamos bien tanto el Covid, el estallido y el calentamiento global (por poner sólo algunos ejemplos) contaban con evidencia e investigación suficiente para poder haber tomado acción respecto a eso, por lo que “no la vimos venir” es una mala explicación a fenómenos de los cuales podría haber sido un actor con poder de acción.

Artículo publicado originalmente en Clase ejecutiva UC por Pablo Reyes y Natalia Cordova.

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