¿Cómo se relaciona tu equipo con el futuro de tu organización? ¿Es relevante para ti cómo líder?
Las personas tenemos diversas formas de vivir nuestra relación con el futuro. Dados nuestros aprendizajes previos, contamos con creencias tales como “el futuro es una oportunidad”, “mejor vivir como si no hubiese mañana”, “el futuro es una repetición del pasado”, “el futuro es de otros”, “el futuro es mi responsabilidad”, “solo Dios conoce el futuro”, “el futuro hay que conquistarlo”. Dichas creencias y nuestra postura personal en torno a nuestra responsabilidad y agencia en respecto a nuestra vida futura, pueden ser determinantes en el futuro que conozcamos. Es más probable que tomemos o no acción en diseñar y dar forma día a día a aquello que nos importa manifestar en nuestra vida futura, si le prestamos atención, nos proyectamos al futuro y creemos que nuestras acciones valen la pena para impactarlo.
Las organizaciones buscan prosperar en el presente y proyectarse al futuro ¿Cómo es que esto ocurre? Aprovechar o crear oportunidades, dejarse llevar o diseñar futuro. Hay organizaciones que en su presente crean y cambian el futuro que una vez fue probable. ¿Qué las diferencia de otras?, unas son ciegas a los cambios y tendencias emergentes, otras crean necesidades y generan transformaciones.
Evolución cultural y futuro
¿Cómo es la cultura de tu equipo y como se relación con la creación de futuro? ¿Cómo viven las posibilidades del futuro? Hay equipos que viven el presente como continuo, sin la noción de futuro, aquellos para quienes el futuro se presenta y se viven como ciclos que se repiten, otros que viven en la inmediatez, los que existe el destino y la predeterminación, los que diseñan y buscan una visión estratégica, o los que se importa un futuro común en que todos prosperen. ¿Logras distinguir cómo se relaciona con el futuro tu equipo?.
Conocida es la frase de Peter Drucker, “La cultura se come como desayuno a la estrategia”, que nos muestra que la cultura es la que traduce la estrategia en acciones y comportamientos que producen los resultados. Podemos ir más allá y pensar que la cultura puede incluso impactar en la capacidad de la organización de concebir su estrategia.
Entendemos a la cultura, como el modo de vida conversado, una red cerrada de conversaciones. Una trama de prácticas recurrentes, valoraciones, simbologías que surgen como una forma de afrontar el contexto particular desde donde emanan. Se transmiten entre personas y colectivos por medio de la imitación.
Dicha red cerrada de conversaciones y prácticas recurrentes, compartidas por un colectivo, han sido útiles para afrontar contextos y desafíos particulares. No obstante, en su conservación y forma de transmisión imitativa, pueden con el tiempo o frente a disrupciones relevantes, quedar descalzadas en cuanto a su utilidad para resolver nuevos desafíos.
El desafío actual es prosperar en el futuro en un mundo con sistemas frágiles, que genera ansiedad por el nivel de incertidumbre e inseguridad al que nos expone, que es al mismo tiempo, no lineal dado que las causa y efectos se nos presentan descalzados, un mundo que experimentamos como incomprensible. Un mundo en que no podemos calcular y controlar el resultado a largo plazo ¿Qué cultura de futuro necesitamos desarrollar? ¿Qué creencias en torno a nuestra relación con el futuro abren posibilidades? ¿Qué prácticas requiere instalar tu equipo para afrontar el desafío de prosperar en el presente futuro?
Reconocer nuestra forma actual de vivir el futuro es el inicio. ¿Qué de esta forma de estar siendo abre y cierra la posibilidad de prosperar? Podemos conectar con nuestro entorno de posibilidades, con personas, equipos y organizaciones que inspiran, para distinguir qué de su relación con el futuro es un ejemplo a seguir. ¿Qué creen, cómo se sienten, como se mueven hacia y qué practican para crear sus futuros? Si tengo éxito en este aprendizaje ¿qué posibilidades de futuro me abriría?
Considerar que existen diversos modos de habitar el futuro en el presente nos abre las puertas del aprendizaje y el diseño cultural, de aquella forma de vivir el futuro que sea más provechosa a nuestro propósito hoy.
Artículo publicado originalmente en Clase ejecutiva UC por Pablo Reyes y Natalia Cordova.